LOS OBELISCOS DE ROMA.
Los romanos siempre se han sentido atraído por el arte egipcio, especialmente por los obeliscos. Desde el emperador Ottaviano Augusto (27 a.C. - 14 d.C), los emperadores romanos, comenzaron a traer directamente desde tierras del Nilo los obeliscos para embellecer plazas, monumentos y en particular los Circos de la antigua Roma. La ciudad de Roma tiene el récord de ser la ciudad en la que hay más obeliscos, en la actualidad, trece.
El obelisco, es un monolito ahusado, a menudo de granito, de cuatro caras que termina en forma de cúspide llamada pyramidion. Sus orígenes se remontan a más de hace 3000 años y la ciudad donde se erigieron por primera vez fue en Heliopoli, en Egipto, siendo la ciudad que representaba el principal centro de culto de la divinidad del Sol. Para los egipcios representaban la materialización en piedra de los beneficios rayos del Sol que permitían el desarrollo de la vida en la Tierra.
En el antiguo Egipto, los monolitos de granito, a menudo eran grabados con jeroglíficos y se colocaban en las entradas de los templos. Muchos de los emperadores romanos, estuvieron de campaña en Egipto y era uno de los mayores trofeos que podían traerse de aquellas tierras. Símbolo de la divinidad e inmortalidad para los faraones, en Roma se consideraban uno de los objetos saqueados de mayor valor y se utilizaban para decorar templos, circos y mausoleos. El primero obelisco llegó a Roma en el siglo I a.C. como trofeo tras la conquista de Egipto por Augusto.
Desenterrados durante el Renacimiento, los obeliscos pasaron a ser símbolo de poder de los papas. El papa Sixto V, los fue recuperando y encontrando de nuevo en el siglo XVI y tuvo la idea de "cristianizarlos" poniéndoles una orbe y cruz de bronce u oro, en la parte superior, colocándoos frente a las mayores basílicas de la ciudad, en los finales de las avenidas para guiar a los peregrinos en su camino.
En la actualidad solo quedan ocho obeliscos originales, siendo los otros cinco imitaciones romanas.
Obeliscos originales:
Fue esculpido en granito de Asuán, es el obelisco egipcio mas antiguo de la ciudad de Roma, data del año 1400 a.C., y originalmente estaba en Karnak, a orillas del río Nilo. El emperador Constantino II lo llevó a Roma (357 d.C.) para adornar el Circo Massimo, donde con el paso del tiempo, se cayó y se rompió en tres trozos, quedando enterrado bajo los escombros y el lodo de las inundaciones que asolaron la ciudad. Salió a la luz sobre el año 1580 y fue el Papa Sixto V el que lo mandó a restaurar y trasladar a la Plaza de San Juan de Letrán.
En el año 10 a.C., el emperador Augusto llevó un obelisco del siglo XIV a.C. a Roma para celebrar el 40 aniversario de su conquista de Egipto. Proviene de Karnak, levantado por Rmasés II (1279-1213 a.C.). Su primera ubicación en la ciudad de Roma fue el Circo Massimo, pero fue el arquitecto de Domenico Fontana (1543-1607) quien los transportó a su ubicación actual en 1589 por mandato del papa Sixto V.
Situado frente a la iglesia romana Santa María sopra Minerva, detrás del Panteón, es un pequeño obelisco del siglo VI a.C. de granito de Asuán, que se asienta sobre un elefante de mármol diseñado por Bernini. El emperador Domiciano llevó el obelisco a Roma en el siglo I. En el año 1655 fue descubierto en el yacimiento del Iseum, un santuario cercano dedicado a la diosa egipcia Isis. Fue erigido en 1667 por el papa Alejandro VII.
4. Solare, Piazza di Montecitorio.
El faraón Psamético II (594-589 a.C.) encargó este obelisco de 31 metros en el siglo VI a.C. y lo colocó en Heliópolis. El emperador Augusto lo traslador a Roma en el año 10 a.C. junto con el obelisco Flaminio para ser puesto en un conjunto monumental que incluía, entre otras cosas, un Horologium (reloj de sol), el Ara Pacis y su propia tumba (Mausoleo de Augusto) en el campo de Marte. Esta área muy grande, de unos 160x75 metros, fue pavimentada con uso de travertino y, en las mismas piedras, fueron puestas en letras, numeros e imagenes de bronce, las horas, las estaciones, los signos zodiacales y los años. El obelisco en el centro de todo ello, proyectaba su sombra en una meridiana grabada también el suelo. Además, su sombra caía perfectamente sobre el Ara Pacis, el día 23 de septiembre de cada, año, día de nacimiento del emperador y del solsticio de otoño. Desgraciadamente, fue dejado de utilizar ya que la plaza se cubría continuamente con los detritos que el río Tiber dejaba a menudo con sus inundaciones. Encontrado en el siglo XVI, fue vuelto a enterrar. El Papa Pío VI lo restauró y lo erigió enfrente del Palazzo Montecitorio en 1792, palacio que es actualmente sede del Parlamento Italiano.
Originalmente uno de un par que se encontraba en Heliópolis, es también del reinado de Ramsés II y el otro se encuentra en los jardines de Bóboli en Florencia. Trasladado al Templo de Isis en Roma, fue encontrado en 1883 por Rodolfo Lanciani cerca de Santa María sopra Minerva. Conmemora la batalla de Dogali. Originalmente, se ubicó frente a la estación de trenes de Roma, Termini, pero fue trasladado posteriormente a su actual ubicación en 1924.
Era uno de una pareja de obeliscos que se encontraba en el Templo de Ra en Heliópolis, el otro Matteiano, era el mas pequeño. También pertenece al reinado de Ramsés II. Trasladado al templo de Isis cercad de Santa María sopra Minerva, sería encontrado en 1373 cerca de San Macuto y erigido al este de Santa María in Aracoeli sobre el Capitolio. El papa Clemente XI lo trasladó a su ubicación actual frente al Panteón en 1711, sobre una fuente de Filippo Barigioni.
Es pareja del anterior citado Macuteo, situado en Piazza della Rotonda. Fue erigido en un principio al este de Santa María in Aracoeli en la Colina Capitolina. Posteriormente fue trasladado a Villa Celimontana después de que Miguel Ángel rediseñara la plaza a finales del siglo XVI. Perdido de nuevo, los fragmentos se descubrieron y se volvió a alzar en 1820. Es el obelisco más pequeño de Roma con 12 metros.
Cuenta la tradición, que San Pedro fue martirizado cerca de este obelisco hacia el año 67 d.C. Hecho por los egipcios, pero para los romanos, se encontraba originalmente en el Foro Julio de Alejandría. El emperador de Calígula lo trasladó a Roma en el año 37 d.C. como spina del Circus Vaticanus. En 1585, el papa Sixto V, lo movió varios metros usando un método desarrollado por Domenico Fontana para centrarlo frente a la basílica de San Pedro cuando la fachada estuviese finalizada. Es el primer obelisco monumental alzado en el período moderno y el único de Roma que no ha caído desde los tiempos romanos. Durante la Edad Media, se pensaba que la esfera de bronce en la punta del obelisco contenía las cenizas de Julio César. Cuando se cambió la ubicación del obelisco, se cambió el globo de bronce por una cruz y una estrella de bronce de la Familia Chigi.
Durante el siglo XIX, el astrónomo L.F.Gili transformó el obelisco vaticano en uno gnomon colocando en el pavimento de la plaza unas referencias de granito en la que la sombra proyectada de la cruz caía en los dos solsticios de verano, el 21 y 22 de junio, y de invierno, el 21 y 22 de diciembre. La presencia de discos de mármol indican también el pasaje del solo en los varios signos zodiacales.
Copias romanas de obeliscos egipcios:
Situado en la parte superior de la escalinata de Piazza di Spagna, el obelisco es un diseño romano, tomando como inspiración el obelisco Flaminio de Ramsés II que esta situado en la Piazza del Popolo. Fue encontrado por los Ludovisi y trasladado a la plaza de San Juan de Letrán en 1734, pero mantenido en horizontal. Fue alzado en 1789 en su ubicación actual por el papa Pío VI.
Esta copia ha estado en tres ubicaciones diferentes. El emperador Domiciano la encargó en el siglo I d.C. para el templo de Iseo dedicado al dios egipcio Serapis en el Quirinale. En el siglo IV, el emperador Majencio, los trasladó al circo de la Vía Appia. En 1468, el papa Inocencio X, lo llevó a la Piazza Navonna como punto central de la Fontana dei Quattro Fiumi de Bernini, donde lo podemos encontrar actualmente.
Quirinale. |
11. Quirinale, Piazza del Quirinale.
12. Esquilino, Piazza dell'Esquilino.
Esquilino |
Pareja de obeliscos gemelos, fueron descubiertos en el siglo XVI en las ruinas del Mausoleo de Augusto. Desenterrados por el Papa Sixto V, quien los colocó juntos, hasta que 200 años despues el papa Pio VI trasladara uno frente al palacio presidencial en la plaza del Quirinale (actual residencia del primer ministro italiano), flanqueado por dos enormes estatuas de Castor y Polux, hijos gemelos de Júpiter y Dioscuros, procedentes de las Termas de Constantino. El último, encontrado en 1587 por el papa Sixto V detrás de Santa María Maggiore, se colocó en la Piazza dell'Esquilino.
Fue encargado por Adriano (117-138) y erigido en Tívoli para la tumba de Antínoo, favorito del emperador que se ahogó en circunstancias misteriosas en el río Nilo. Fue grabado por mano romana utilizando los signos jeroglífico. Fue trasladado posteriormente por el emperador Heligábalo (218-222) para decorar la spina del Circo Variano, su circo privado no lejos de la actual Porta Maggiore. Encontrado en el siglo XVI en ese lugar, fue llevado al Palacio Barberini, luego al Vaticano por el papa Clemente XIV y finalmente erigido en la colina Pinciana por el papa Pío VII (1800-1823) en 1822.
Finalmente, os dejo un mapa con los obeliscos situados en él, para que podáis ubicarlos fácilmente.
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