Golden Gate, la puerta dorada de San Francisco.

Golden Gate, la puerta dorada de San Francisco.

La idea de construir un puente que atravesara la bahía de San Francisco se remonta a 1872. El 5 de enero de 1933 empezaron las obras del que iba a convertirse en el puente colgante más grande del momento: GOLDEN GATE BRIDGE.

La primera vez que se pensó en construir esta obra se desechó la idea por razones técnicas, ya que los arquitectos consideraron infranqueable la distancia entre las dos orillas. Pero a principios del siglo XX, el ingeniero Joseph B. Strauss recuperó la ilusión. Con gran empeño y omitiendo la opinión general, Strauss prosiguió con su idea, un proyecto descomunal. Hasta entonces nadie había creído posible unir las orillas norte y sur de la bahía de San Francisco mediante un puente colgante.

Las condiciones para la construcción de un puente de semejantes dimensiones parecían extremadamente desfavorables. La corriente en la entrada a la bahía era muy fuerte, el subsuelo capaz de soportar los pilones del puente se hallaban en el agua a gran profundidad, al tiempo que no podían menospreciarse los riesgos que conllevaba un posible terremoto. Además, no se podría interrumpir el tráfico en la bahía.

En resumen, las perspectivas no eran buenas, pero aun así, el 5 de enero de 1933 se comenzaron sus obras. Éstas se revelaron complicadas desde el principio, sobre todo en los cimientos del pilón meridional, que debían erigirse a 335 metros de la costa y a una profundidad de 30 metros. En este punto, la corriente era tan fuerte que los trabajos bajo el agua sólo eran posibles durante el cambio de marea, es decir, durante un máximo de 20 minutos al día. Los dos pilones del puente tienen una altura de 227 metros cada uno y se fabricaron con bloques de acero vacíos, apilados unos sobre otros y unidos entre sí con 1,2 millones de remaches también de acero.

A pesar de todas las complicaciones, el Golden Gate pudo inaugurarse el 27 de mayo de 1937. Ese día, unas 200.000 personas recorrieron a pie el puente. Acto seguido fueron inaugurados oficialmente los seis carriles para vehículos motorizados, así como las divisiones dedicadas al paso de bicicletas y peatones. En el primer día de funcionamiento, cruzaron el puente 32.000 vehículos, en la actualidad, se estima una media diaria de 100.000.

Como dato oscuro, la atracción de los suicidas por el Golden Gate es tal que muchos realizan un largo viaje hasta allí para una vez en él, poner fin a sus vidas. El primer suicidio ocurrió a las 10 semanas de inaugurar el puente, en 1937. Hay registrados 1218 suicidios, pero posiblemente hayan sido muchos más.

Joseph B. Strauss tenía una gran cualidad: la prudencia, de manera que para él la seguridad de los trabajadores siempre fue una gran preocupación. A pesar de ello, no se pudo evitar la muerte de 11 personas durante los trabajos de construcción. Aun así, habría costado la vida de muchas más personas si Strauss no hubiera mandado colocar redes de seguridad bajo el puente, ya que un total de 19 trabajadores sufrieron caídas desde una gran altura y fueron a para al tejido de protección.

En tu visita a la ciudad, existen varios miradores donde tener las mejores vistas del puente:

·Battery Spencer, ubicado en el extremo norte, se puede llegar en coche, en bicicleta y para los más atrevidos, a pie desde Sausalito. Esta batería se construyó a finales del siglo XIX y se desmotó en la mitad de la Segunda Guerra Mundial.

·Battery Lancaster o Vista Point. En el lado sur del puente, encontramos este otro mirador. Mucho más importante que el anterior, en este podéis encontrar una tienda de souvenirs, cafetería, baños… Se llega fácilmente con el autobús número 28.

Como todos, pensábamos que el Golden Gate era el único puente que tenía San Francisco. Y vaya sorpresa, están el Oakland Bay Bridge, un conjunto mucho más largo que el mítico puente, dividido en dos tramos, separados por Treasure Island.

Como recomendación, la mejor forma de visitar el Golden Gate, sin duda es haciendo una excursión en bicicleta, cruzando el puente y llegando hasta Sausalito.

Sausalito es una pequeña población que se encuentra situada enfrente de la península de San Francisco, al otro lado de la bahía, en el condado de Marin. Se caracteriza por su puerto pesquero y por sus típicas casas flotantes, de las que hay más de 400 en toda su costa. Es lugar de residencia de famosos y de gente de clase social alta que prefiere mantenerse alejada de las grandes aglomeraciones de la ciudad. Es un lugar muy interesante desde donde tomar fotos de San Francisco o de la isla de Alcatraz. También es muy recomendable, un puesto de hamburguesas llamado “Hamburguers”. Se encuentra frente al muelle donde se coge el ferry para volver a San Francisco. Es un pequeño local, regentado por sudamericanos, en las que puedes degustar unas increíbles hamburguesas realizadas en una parrilla de carbón…. La dirección exacta es 737 Bridgeway, Sausalito, CA 94965, EE. UU. En frente encontramos el Gabrielson Park, un lugar estupendo para comer tranquilamente la riquísima hamburguesa con unas vistas alucinantes.

Nosotros nos dirigimos hacia la zona de Fisherman’s Wharf, exactamente en el Pier 41. Allí nos acercamos al puesto de Blazing Saddles (www.blazingsaddles.com) y nos informamos. 

Finalmente nos decidimos por hacer el recorrido en tándem. El precio por 24 horas son 78$, te recogen 200$ de fianza y te cobran el billete de vuelta desde Sausalito en ferry. El recorrido total es de unos 13 kilómetros, y es fácilmente accesible para principiantes. Totalmente recomendable, una forma muy divertida de disfrutar de la ciudad.